#DatoDeLaSemana Grandoreiro, "el troyano bancario"
En Argentina, desde hace tiempo, los troyanos son una de las amenazas más comunes y se propagan en archivos contenidos en sitios web, por correo electrónico o en softwares piratas.
Sabemos que el homebanking hoy día es una necesidad y no solo una cuestión de comodidad. Pero, aunque las entidades bancarias protegen sus herramientas siguiendo estrictos controles, los troyanos evolucionan constantemente para seguir vulnerando dispositivos.
Los troyanos funcionan creando un backdoor (“puerta trasera”) en el dispositivo infectado, lo que les permite eliminar, bloquear y/o modificar datos del sistema, interrumpir su rendimiento, manipular ventanas, bloquear accesos a sitios web, cerrar sesión o reiniciar el dispositivo de la víctima como si fuera ella misma.
Grandoreiro es el nombre de uno de los troyanos bancarios más conocidos escrito en el lenguaje de programación Delphi. Su ataque está dirigido mayormente a usuarios de países de América Latina, mediante los cuales, los ciberdelincuentes intentan infectar los dispositivos con este tipo de software malicioso con la finalidad de robar información relacionada con operaciones bancarias y así beneficiarse.
En este caso, el usuario le da acceso -sin saberlo- a los sistemas bancarios y es así como el troyano obtiene sus datos crediticios.
Grandoreiro se distribuye mayormente a través de spam y, en América Latina, ha estado activo al menos desde 2017.
Si bien cada troyano tiene características distintivas, también comparten ciertas similitudes: